El mercado automovilístico está inmerso en una gran revolución que cambiará por completo la forma de moverse en el futuro. Además de la conectividad y la electrificación, el verdadero cambio en la movilidad vendrá de la mano de los coches autónomos, cuya irrupción servirá para mejorar la seguridad vial.
La tecnología de vehículos autónomos ha mejorado notablemente en los últimos años, gracias a las inversiones realizadas por las empresas fabricantes de automóviles y las compañías tecnológicas. Algunos análisis señalan que los vehículos autónomos pueden reducir las muertes en carretera hasta en un 94% (1).
Además de la mejora de la seguridad vial, los vehículos autónomos presentan grandes ventajas para revolucionar la movilidad, incluido el transporte público. Gracias a la inteligencia artificial, estos vehículos servirán para reducir la congestión del tráfico y optimizar los tiempos y los costes de los viajes.
Los vehículos completamente autónomos —aquellos coches que circulan sin conductor— todavía no han llegado a las carreteras. Este tipo de coches necesita para operar correctamente unas carreteras de alta calidad, una señalización y una cobertura de red completa, donde la irrupción de la tecnología 5G jugará un papel fundamental.
Sin embargo, la tecnología ha avanzado mucho en los últimos años, gracias a la recopilación de millones de datos, a través de sus cámaras, sensores y radares. Muchos avances tecnológicos están haciéndose palpables ya en los concesionarios, como es el caso de los sistemas de estacionamiento automático, cada vez más presente en coches de todo tipo.
Este progreso tecnológico de los vehículos autónomos se puede comprobar en la cantidad de accidentes cometidos por estos sistemas. El servicio de asistente a la conducción Full Self Driving, presente en los coches de Tesla, ha estado involucrado en accidentes unas 10 veces menos que los conductores humanos (2).
El desarrollo de los vehículos autónomos supone una oportunidad para muchos ahorradores, ya que se espera una gran inversión en los próximos años. El dinero no solo procederá de firmas tecnológicas, sino que también los fabricantes de automóviles más tradicionales se han comprometido con la conducción autónoma. Algunos ejemplos son el anuncio de General Motors de invertir 27.000 millones en vehículos eléctricos y autónomos hasta 2025; la promesa de Ford de dedicar 29.000 millones a estos coches; y los planes de Audi para gastar cerca de 16.000 millones en estas tecnologías para 2023.
Otro gran desafío para la llegada de los vehículos autónomos de forma masiva a las carreteras es la aceptación por parte de los consumidores. Muchos ciudadanos todavía muestran muchas dudas sobre la posibilidad de que un coche circule sin conductor.
Actualmente, la aceptación de los coches autónomos por parte de los consumidores varía entre países. Suele existir una vinculación entre los países que ya disponen de una regulación de estos coches y su aceptación. Así ocurre en el caso de Finlandia y Estados Unidos, como se puede ver en el gráfico. Precisamente, en este último país ya funcionan algunas experiencias de robotaxis (taxis sin conductor) en algunos barrios de San Francisco (California). El futuro parece cada vez más cerca.
¿Quieres saber más sobre coches autónomos? Si quieres ampliar información puedes leer este artículo sobre esta tecnología, escrito por Laura Simeonova, analista de Global X.
Fuentes:
(1) Departamento de Transporte de los Estados Unidos. (2017, septiembre). Sistemas de conducción automatizada 2.0: una visión para la seguridad [DOT HS 812 442]. Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras
(2) Tesla. (2021). Informe de seguridad del vehículo Tesla.
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